viernes, 26 de diciembre de 2008

Sisí la emperatriz

A las 5 me desperté y no me pude volver a dormir. El sol ya salió todo y yo sigo acá con los ojos abiertos. Supongo que a la tarde siestearé un poco y ya está.
Porque hoy no voy a trabajar. Pero no por el asueto, eso no. De hecho tenía que ir el 24, 25, 26 y, sí señores, también el 27. Pero me volví a enfermar. Así es.
El lunes a la madrugada empecé a sentir un insistente dolor en la garganta. Me quise hacer la boluda y me tome un ibuprofeno. Fui a trabajar, pero a la tarde tuve que pasar por la guardia, ya tenía placas. Nunca jamás tuve las amígdalas así, era un paisaje triste de ver.
Siempre repito el mismo esquema, me enfermo el domingo, trabajo el lunes, el dolor va en escalada y me golpea a la noche, por lo que hasta el viernes no vuelvo a aparecer en la oficina. Qué predecible.
Otra vez en cama comiendo poco, mi mamá que si tuviera una hija anoréxica la tienen que internar a ella porque no paraba de decirme que la angustiaba lo flaca que estoy. Perdí unos kilitos, pero de ahí al punto de preocupación hay un largo trecho.
Y entre las cosas que perdí estaba lo poco que tenía en mi parte de adelante. ¿Por qué la naturaleza no es más sabia? De ahí no, querida. Así que el 24 me la pasé hablando con mis dos concuñadas que se las hicieron hace unos meses. A una se las vi y se las toqué (perdón pero si voy a hacer algo tengo que tener toda la información que pueda) y no puedo creer lo verdaderas que parecen. Es de locos.
Ya tomé la decisión, y va a tener lugar antes de mitad de año. Nunca más voy a usar un corpiño, siempre los odie, malditos.

4 comentarios:

Diego dijo...

¡Noooooo, no lo hagaaaaaas! Están muy bien así, en serio, no dejes que te llenen la cabeza con esas cosas. Pensalo así: si te encontrás con alguien a quien le gustes, va a ser más probable que sea por tu físico que por quien sos realemente.
Besos.

Anónimo dijo...

viste que todas las que se hacen las gomas no tienen ningun problema en enseñárselas y dejarselas tocar a cualquiera? como si fueran un accesorio externo a su cuerpo.

Paola Florio dijo...

Ay yo no me animé cuando pude hacerlo pero el vivir por siempre sin corpiño es un tesoro millonario que todas deseamos :)

Feliz año y que sea con lolas nuevas Jaja

Personas en la sala dijo...

jajaja, me mató la observación de viquina, es tan cierta! Junto con la chatura se va el pudor.