sábado, 30 de agosto de 2008

Ignatia, mucho gusto

Bueno, ayer fui a ver a un homeópata. Había ido a otro el año pasado estando en otra situación que ahora, sin mucha causa aparente. Me había indicado un remedio que me dio mucho dolor de cabeza y lo dejé de tomar. Esta vez sentía que iba a ser diferente. Me cayó bien de entrada. Hablamos casi dos horas y en un punto me dijo: definitivamente sos Ignatia.

Ignatia casi siempre es una mujer, tiene dificultad para expresar sus sentimientos particularmente si éstos son desagradables. A veces adopta un aire frívolo y caprichoso. Le causa frustración el que las cosas no salgan como ella espera. Excitable, sensible, le fascina el arte, el esoterismo. Hay contradicciones en su forma de actuar: unas veces amable, seductora y otras impertinente y odiosa. Llora con facilidad pero curiosamente no inspira lástima. Está expectante a que pase algo, siente que algo le falta. Llora y ríe, nadie puede consolarla, suspira, grita con facilidad, nadie se atreve a contradecirla. Impaciencia, miedo, intolerancia, remordimientos.

¿Cuál es el biotipo de Ignatia?
Se define al sujeto Ignatia como una mujer delgada de cabello oscuro, rostro y facciones hundidas, bolsas en los ojos y con expresión tensa.Tienen tendencia a suspirar o bostezar muy a menudo lo que está indicando su dificultad para expresar sus emociones.

Deseos de Ignatia
Ignatia desea comer alimentos ácidos como el vinagre y el embutido, también tiene predilección por los lácteos como la mantequilla y el queso. Aunque les perjudica les encanta el café y los dulces, el alcohol y la fruta les sienta mal.

Aversiones de Ignatia
Ignatia siente aversión por el tabaco.

Miedos de Ignatia
Ignatia teme ser herida emocionalmente, le asusta perder el control, tienen miedo a los ladrones, a los lugares cerrados y a las multitudes.

¿Cómo es el sueño de Ignatia?
Ignatia tiene insomnio por las contrariedades, su sueño no es reparador con pesadillas y sueños tristes que le dejan una fuerte emoción al despertar.

¿Con qué empeora Ignatia?
Ignatia empeora con el aire frío, con desequilibrios emocionales como la pena o la rabia y con el olor del tabaco.

¿Con qué mejora Ignatia?
Ignatia mejora con el calor, después de comer, después de orinar, cambiando de posición y con un masaje presivo como el Shiatsu.

Creo que le pegó bastante.

jueves, 28 de agosto de 2008

Ciclotimia

Hay momentos en los que doy gracias porque siento que cuando esto pase, voy a estar mucho mejor.
Pero en otros la ansiedad me hace querer estar bien ya y me deja totalmente frustrada.
En ocasiones siento que estoy permitiendo una conexión con algunas personas, y en otras me siento más desconectada de los demás (y de mí) que nunca.
A veces siento que estoy mucho más cerca de mi mamá, pero después me parece que estamos tan lejos.
De a ratos creo que el cambio ya está empezando, y de a otros ratos que no, que me falta un montón, y que quién me asegura que venga un cambio.
Y quiero que me venga todo de golpe, yo soy fuerte, puedo manejarlo, voy a seguir dandole vueltas al asunto sin parar hasta resolverlo. Pero después no, me da miedo, quiero hacer la vista gorda un rato, o cerrar los ojos, descansar.
A veces quiero creer en el budismo, y en las constelaciones familiares, y en la homeopatía, y en los beneficios del flamenco.
Y a veces no, sé que también tengo que ir por el camino difícil y que me queda mucha terapia por delante.
Sí, todo eso me pasa, y todo junto, ahora.

martes, 26 de agosto de 2008

Tecito

No me gustaba el té. A veces lo tomaba porque me agradaba el concepto, pero el sabor no me convencía. El negro decididamente me caía pésimo, los digestivos me parecían amargos, el verde muy ácido, los más soportables el tilo y la manzanilla.
Hay ciertas bebidas o alimentos que aportan más que su sabor, a veces porque reconfortan, o se acompañan de rituales, evocan recuerdos, fomentan lazos sociales, como en el caso del mate.
En la etapa en la que estoy necesitaba el té, o en realidad el tecito, "la calidez reconfortante de un tecito caliente", decía la publicidad de Vic. Por otro lado estoy tratando de no tomar mate ni café, no necesito incrementar las dosis de ansiedad.
Así que redescubrí la infusión de jengibre. Es deliciosa y tiene la cantidad justa de picor (me encantan las especias). Aparte tiene otras propiedades y es energética y oriental por excelencia.
El paso a paso sería: cortar la raíz de jengibre en finas rebanadas de esta manera, colocarlas en un recipiente con agua, si la cámara me acompaña llevar el recipiente a fuego fuerte hasta que hierva, bajar el fuego y esperar a que el agua tome la coloración y sabor esperados, mmh? Así es. Finalmente, a ver, señor director, le agregamos miel, cantidad necesaria.
Es muy muy fácil y muy muy rico.
Y me encontré con una infusión en saquito que también tiene jengibre. Se hace la zen de un modo puntadelesteano, pero sabe bien y más fácil de hacer.
Se llama Chamana y es la del paquetito rosa, tiene más ingredientes como rooibos, canela, ciruela, miel e higos.
No se sienten todos (quién sabe si los tiene), pero es ciertamente gustosa.


¿Qué gustan para beber?

jueves, 21 de agosto de 2008

Lo que ellos quieren

Ayer pasé a buscar contentísima unos borceguíes que me había mandado a hacer (son mandados a hacer).
Hoy los estrené contentísima en el trabajo. Tuvieron una recepción dispar.
La platea femenina opinó en general, con mayor o menor énfasis, que eran lindos de ver.
Entre los integrantes del ala masculina, en cambio, mi nuevo calzado no tuvo el mismo éxito. Sólo un par manifestó su aprobación, pero la mayoría de los individuos encuestados esbozó críticas soeces.

Esto me llevó una vez más a pensar en la eterna cuestión de si es verdad que muchas veces las mujeres heterosexuales nos arreglamos de maneras que les gustan a otras mujeres y no tanto a nuestro verdadero objeto de conquista.
Nosotras a veces nos ponemos ropa que nos parece que es linda en sí y que creemos que nos queda canchera (a veces por esta cuestión de la moda) , a pesar de que no quede tan bien en nuestro cuerpo.
Me parece que los hombres prefieren las cosas que nos realzan más la figura, no importa si es una pollerita de lurex de 1997 o una remera pupera de Ef. Les gusta que usemos los pantalones ajustados, a pesar de que a más holgadez, mayor disimulo de los kilos de más. O si les dan a elegir, les atrae más el pelo largo, aunque el pelo corto vaya más con nuestra forma de cara.

¿Estoy equivocada? Apelo a mis lectores hombres, ¿qué quieren de nosotras? Yo quiero gustarles a los Chechos Batistas de este mundo, siempre y cuando cada tanto me pueda poner, contentísima, mis boreceguíes.

miércoles, 20 de agosto de 2008

¿Emilio Disi tenía Stress?

Hoy me crucé con una nota en Telefé noticias (porque no suelo mirar noticieros, me ponen tensa) sobre el estrés. Parece que en Olivos hacen un test donde primero te hacen relajar y te miden algo en el cerebro y después te presentan algunas situaciones universalmente estresantes y comparan resultados.
En las imágenes se veía a un hombre en una computadora al que parecían funcionarle mal las cosas, algo que produce mucho fastidio. Yo entendí que en ese momento de bronca hacían las mediciones. Pero yo refuto ese análisis. Estando conciente de que estas en un examen nunca vas a tener la misma reaccion ante los problemas, porque sabés que son una pantomima.
Siempre quise que me hicieran un examen neurológico de esos que muestran la actividad cerebral. Cuando los veía en los documentales me tentaban muchísimo.
Me hubiera gustado poder ver qué pasaba en mi cabeza hoy, por ejemplo, mientras tenía UNO DE LOS DIAS MAS DE MIERDA EN EL TRABAJO!!!!!!!!!
Hay gente que sabe que tiene la capacidad de ponerte muy de malhumor y no le importa.
Y entre otros 100.000.000 palos en la rueda que ofrece la empresa donde trabajo cotidianamente, los desperfectos contracturantes que llegan en el peor momento, la fotocopiadora que todo el tiempo falla, la computadora que siempre a las 5 se cuelga y tarda 10 minutos en hacer cada movimiento, el teléfono que da todo el tiempo ocupado, el celular que nunca tiene señal y se corta cada dos palabras.
Pero bueno, calma, mañana cualquier cosa me escapo a la plaza a poner en práctica todas mis sapiensas yoguísticas.

Mientras escribí esto me apareció ya dos veces un pop up que dice Are you dying of breast cancer? No se que ofrece porque lo cierro rápido, pero no se me ocurre una manera mas horrenda de hacer publicidad. Para mí me aparece porque estuve googleando mucha cosa holística y oriental.


Y en calidad de socióloga que casi casi soy (casi termino el cbc) quiero saber cuáles son las cosas que les podrían llegar a provocar un día de furia en su trabajo.

martes, 19 de agosto de 2008

Mmmmalosetti

Javier Malosetti me encanta. Y no precisamente por su música, que está muy bien. Me encanta como hombre.
Como tiene perfil bajo, rara vez me acuerdo de que existe, pero cuando veo su imagen en la tele me parece irresistible.
Me convierto en la más acérrima fan de Sandro, de esas que tiran bombachas. Nunca fui a verlo en vivo, sería como entrar a un local de ropa y tentarte con ropa que sabés que no te alcanza el sueldo para obtener.


Y a ud. (uso el recurso para coquetearlos y a la vez no involucrarme-si no lo entiende, vea post anterior-) le pregunto: ¿alguien le resulta tan apolíneamente perfecto como malosetti a mi?


pd: de un target nada que ver, pero hablando de sex symbols, el otro día con unas amigas nos reencontramos en youtube con los primeros videos de Luis Miguel. Siempre me jacté de ser detractora de Luismi, no sólo él me resultaba repugnante sino que por extensión también sus fans, siempre tan clubdefans ellas. Pero nos sorprendimos asumiendo primero tímida, y luego cada vez más fervientemente, lo bueno que estaba. Ojo, atención y cuidado, SOLO estoy hablando de la primera época.
Recomendados: suave (muy hot) y cuando calienta el sol.

lunes, 18 de agosto de 2008

¿Ud. que opina?

¿Cuando un tipo le habla a una mujer de usted le está tirando onda? Yo creo que sí, salvo que sea un viejo simpático, de esos que te dicen señorita a modo gracioso. O quizás un colombiano o venezolano, tengo entendido que a veces se dirigen a otros de esa forma.
¿Es esto de sabiduría popular? Porque yo lo acabo de pensar.
Una amiga salió con un chico mucho tiempo y no sé si en persona, pero en sus mails o mensajes siempre usaban el ud. Eran como unos Roxy y Panigazzi jóvenes, qué bronca que me daban Roxy y Panigazzi hablándose así, creo que se iban a casar y seguían con la jodita.

domingo, 17 de agosto de 2008

Tristeza

No sé si es que yo estoy prestando más atención pero últimamente la televisión está plagada de publicidades que se graban en un país y luego se le va cambiando la locución al actor con los diferentes acentos locales latinoamericanos para abaratar costos.
No olvidemos el caso de Amerilab silouette efervecente, protagonizado por actores más argentinos que Emilio Disi y chicas vestidas con bikinis de la ave Santa Fé, pero con tonada de la tierra de Catherine Fulop.
A mi esto me causa escozor, el lip sync no suele salir bien y termina estando todo mal logrado (claro que en Amerilab estaba todo mal desde el vamos).
Distintos son casos como el de una campaña de axe muy buena que se grabó acá y va a salir en Estados Unidos (que creativó el novio de una compañera de trabajo) donde nadie habla y se logra un clima neutro y universal. No puedo dejar el link porque no lo encuentro en you tube.
Pues bien, esa fue tan solo una introducción para dirigirme al tema que realmente me compete hoy.
Acabo de ver con horror que le pusieron una voz argentina al cepillo niño de la publicidad de Colgate 360. Ya no me produjo ternura la parte que dice "cuando sea grande quiero tener un limpiador de lengua y mejillas como tú". No. Este locutor argentino trucho la cagó.
Sentí lo mismo que con los Simpsons todas las veces que cambiaron de voz, no pueden jugar con nuestros sentimientos, uno se encariña, mierda.

Namaste

No, no voy a hablar de Lost.
Quiero hablar de que ayer fui a una clase de yoga.
Sigo en este punto extraño y difícil en mi vida. Hay momentos peores y otros no tan malos que me engañan y me hacen pensar que está superado, pero no, se ve que esto va a llevar su tiempo y no puedo hacer otra cosa que aceptarlo y aprovecharlo todo lo que pueda.
Empecé a leer por azar un libro bastante malo de Isabel Allende que se llama el dragón de oro. Pero lo sigo leyendo porque está situado en un lugar ficticio de India, y hay monjes y se habla por encima de temáticas budistas que en este momento me reconfortan (también me simpatiza porque por su estructura y por la edad de los personajes me hace acordar a los libros de aventuras que leía cuando era chica).
Estuve coqueteando con la idea de hacer alguna actividad de origen oriental para que me devuelva un poco de tranquildad y me aporte esa sensación balsámica.
Así que ayer, después de algunas averiguaciones, volví a yoga después de casi 10 años (cómo pasa el tiempo!).
La profesora no entraba en los parámetros convencionales, estaba un poco maquillada de más y quizás tenía algun retoque quirúrgico a nivel facial. Pero tenía una voz calma y me cayo bien. Aparte tuvo el buen tino de regalarnos bon o bones porque era su cumpleaños, y a mí las cortesías me compran.
Salí de ahi con un poco de nudo en garganta todavía (porque ese es dificil de sacar), pero con el cuerpo totalmente relajado.
Hoy con mi amiga la regalada queríamos ir a una clase de tai chi, pero en el templo chino no me atendieron el teléfono, se ve que estaban enganchados con las olimpiadas, así que lo intentaré la semana que viene. Nos quedamos muy entristecidas.
No se, voy a empezar a hacer cosas que me hagan bien, volver a las clases de baile, cuando me anime anotarme a un taller de escritura, cosas con las que en otro momento me hubiera colgado.

viernes, 15 de agosto de 2008

Cosas de gordita

Ya dije que fui gordita en una parte de mi niñez. Ahora estoy bien de peso, tengo unos kilos de más pero dentro de todo estoy bien.
A pesar de que ya no soy gorda en apariencia, siempre lo seré en mi interior. Esto puede ser demostrado empíricamente en diversos aspectos.

-Para todo el mundo el sentido del olfato es un poderoso catalizador de recuerdos. En mi caso el del gusto también. Soy una persona bastante amnésica, pero muchas de mis primeras memorias están ligadas a comidas y viceversa. (nunca olvidaré la banana bañada en chocolate que comí en un club cuando tenía 5 años).

-Soy de acotar que un nombre o una palabra me hacen acordar a otra cosa. ¡Y muchas de mis relaciones son alimenticias! (mateo, orégano, silvana, palito de la selva) ¿Qué pasaría si un psicólogo me quiere hacer un ejercicio de asociación libre?

-Cuando alguien se me acerca con un bulto misterioso dentro de un envoltorio simpre pregunto o tengo ganas de preguntar: "¿Es algo para comer?"

-Me es muy difícil negarme a las cortesías de tipo comestible, aún a pesar de que no me guste la cortesía en cuestión. Si me traen una galleta con el café, la voy a querer probar aunque no tenga ganas y sea de una semana atrás.

lunes, 11 de agosto de 2008

Ases del marketing

La semana pasada vi dos locales cuyos nombres me dieron qué pensar.

-La bolita: ubicado en las heras y scalabrini ortíz. Muchas veces escuché a distintas mujeres contar que habían comprado algun artículo de ropa interior en "la bolita". Con esto querían expresar que se habían acercado a un puesto callejero de prendas íntimas, gerenciado en varios casos por una señora o señorita de nacionalidad boliviana, y se habían agachado a elegir la de su preferencia para posteriormente adquirirla.

Me intriga la razón por la cual el/la dueño/a del negocio seleccionó ese nombre. No me suena por la zona que sea propiedad de una boliviana. Mi única sospecha es que le parecía graciosa la oración que podía generarse: "lo compré en La Bolita". Porque a mi no me cuentan que tiene que ver con una bola chiquita. Aunque no se.

-Pie urbano: sito en pueyrredón y santa fe.
Primero debo decir que no soporto la utilización del término "urbano" en marcas para conferir modernidad. No se a ciencia cierta, pero apuesto que hay más de 10 tiendas en los palermos que usan esa palabra o algún derivado. Es un recurso muy obvio, burdo y poco efectivo que busca evocar en el consumidor desprevenido una imagen mental del tipo sex and the city.
Cosmo Urbano se llamaba un programa de Utilísima y no sólo el nombre elegido era forzado, no señor.

Sigamos con "pie". Esa parte de la anatomía no es muy grata per se. Yo aconsejaría que ninguna zapatería la incluyera en su marca. Sabemos que se dedican a algo relacionado con los pies, no necesitamos que lo recalquen.

Sin mencionar que cuando imagino un pie urbano lo visualizo calloso y en malas condiciones de tanto caminar por la ciudad.

Dicho esto, creo que usar el bastardeado término en cuestión detrás de una pieza corporal tan inmunda me produce piorrea.

martes, 5 de agosto de 2008

El frío me da idea

Una tarde, anclada en una parada ventosa y acechada por látigos de frío tuve una revelación.

Los colectivos tendrían que tener un sistema para saber con tu celular por dónde están.
Para los viajes diarios, te podés suscribir por mes y todos los días te llega una alarma avisando cuándo tenés que salir de tu casa. Y en otros momentos, si querés averiguar cuánto falta para que llegue un colectivo que estás esperando, mandás un mensaje y te pasan su paradero.

Mientras tanto, me gustaría que hubiera un cartelito con horarios en las paradas y que más o menos los respetaran.

Me estoy aburguesando, me preocupa.

sábado, 2 de agosto de 2008

¡¿5 pesos las Frutigran?!

No soporto la inflación. Así nomás lo digo. Es totalmente frustrante:

-que la decisión de irte a vivir solo sea tan difícil porque hoy te puede alcanzar la plata pero en unos meses quién sabe
-ahorrar y que un tiempo después valga mucho menos que cuando lo ganaste
-no poder planificar en paz eventos como casamientos o viajes porque no te dejan pagar ni definir nada hasta último momento
-el tema créditos
-que te suban el sueldo y no ponerte contento porque siempre, pero siempre, esté desfasado en relación a los precios
-que haya gente que está muchísimo peor
-que cada vez que vas al supermercado te vuelva a sorprender lo caro que está todo y sientas que te están estafando
-la incertidumbre que genera a nivel psicológico
-que le preguntes a alguien cuánto le salió algo y que te conteste "$..., pero mirá que fue hace como 6 meses"
-que lo nieguen!!!!!!!


Moreno, me caés peor que los australes.

viernes, 1 de agosto de 2008

Ufffffffffffffffffffffff

Por fin, después de casi un mes, puedo respirar aliviada. Creo que por esta vez lo peor ya pasó.

Espero no estar cantando victoria antes de tiempo, pero me siento mejor. Hoy por lo menos puedo ver todo con otra perspectiva. Me puedo dar cuenta de que lo que pasó fue horrible pero fue una etapa, la puedo circunscribir, nombrar, identificar y así desmagnificar (no existe, ¿no?) y perderle el miedo.
Sé que cuando en mi vida pasan ciertas cosas siento angustia, y como me cuesta manejar esa angustia, pero tiene que salir por algún lado, me terminan pasando otras cosas.
Esta vez, la primera etapa fue de despersonalización.
Es la más fea. Cuando la estoy viviendo veo la realidad como si yo estuviera en otro lado. Es como una película, y me veo la nariz y me escucho hablar y mi voz me parece rara, como si me sorprendiera que esté saliendo de adentro mío. Es molesto como cuando estás hablando con alguien por celular y escuchás tu eco y te desconcentra pero multiplicado al 1000. Siento que estoy adentro de una burbuja que me separa de los demás y esa capa de jabón es como un filtro que cambia todo.
Se parece en parte a cuando tomás alcohol, solo que cuando estás borrachín son esperables esos efectos y cuando no no es tan divertido.
Cuando estoy en este estado me siento ajena y distinta a todo ser humano, sola (porque no hay nadie más en la burbuja) y tengo la sensación de que estuve y voy a estar siempre así.

Esa etapa evolucionó en la siguiente, momentos de mucha ansiedad y de tratar todo el tiempo de atajar algo malo que sentía que me iba a pasar, pero sin saber bien qué. (¿ataque de pánico?)

Esta no duró mucho y dio paso a la última, un dolor de cabeza constante que duró una semana y dio tregua hoy, acompañado de un nudo itinerante en la garganta y otro en la panza y unas ganas de llorar bastante frecuentes.
En total, fue un conjunto de días fatídicos y que me exigieron mucho esfuerzo físico y mental. Pero ya me sirvieron para revisar algunos aspectos míos, conectarme con otros y hablar de ellos, por lo pronto.
Todavía falta, pero no es poco.