sábado, 26 de febrero de 2011

Mudanza

La semana que viene está programada la mudanza.
La tercera en menos de 12 meses.
El abril del año pasado me mudaba a lo de mi ex novio. Un sábado llevé todas mis pertenencias en un flete, mi ropa, algunos muebles y cosas de decoración y cocina que me había comprado cuando me iba a mudar sola. Sentía adrenalina, una mezcla de miedo con mucho entusiasmo, el comienzo de una etapa muy linda.
En octubre me estaba yendo. Un día después del trabajo (él haciendo tiempo en un bar para no cruzarnos) fui con mi hermana a llevarme mi ropa. Valijas y bolsos que se multiplicaban entre mis lágrimas. Horrible. Taquicardia pero de la otra. Dejé la llave en la mesa ratona y también todos mis proyectos. Y después otro flete y las cosas de vuelta en lo de mi mamá.
Y ahora, después de semanas largas de la casa adentro de cajas y canastos en el camino nos vamos, me voy con ella hasta acomodarme, sentir que estoy en tierra firme para después avanzar.
El jueves viene el camión de mudanza. Este fin de semana tengo que volver a guardar mi ropa para sacarla en otro lugar.
No sé bien qué siento, le estoy tratando de sacar importancia a la situación para que no me abrume. No quiero indagar, quiero estar tranquila. Y despertarme el viernes entre otras paredes y seguir.

1 comentario:

Diego dijo...

Espero que tus nuevas paredes te hagan sentir como en casa :-)
¡Besos!