martes, 14 de octubre de 2008

Celestina

Mariano trabaja en una aseguradora, pero también, o en realidad, es piloto de avioneta. Siempre imaginó el momento de pedirle casamiento a una mujer con una frase escrita en el cielo, pero hasta ahora no encontró a nadie a quién dedicarle sus mensajes románticos. Su mamá cree que está grande para esas cursilerías, pero él mantiene la ilusión.

A quien quiera escucharla, Carmen dice que ella no quiere ni necesita una relación. Para qué, si tiene a su perro para ocupar el otro lado de la cama. Él es fiel, no pide nada a cambio, no trae problemas, y le demuestra el amor que para ella los hombres no son capaces de dar.

Oscar es viudo hace 25 años. Su mujer murió en la luna de miel a los 23 años, y él nunca pudo volver a formar una pareja. Nadie podría alcanzar el grado de perfección de su Silvita.

A Ramiro le dan tanto miedo las mujeres que cuando viajó por Europa después de terminar la facultad probó ser homosexual. Pero no hubo caso, así como le aterrorizan, le gustan las chicas.

Nancy pasó por todos los tipos de terapia ofrecidos en Capital, Gran Buenos Aires y Capilla del Monte, donde se fue a vivir su mejor amiga, a la que cuando puede va a visitar. Nadie pudo solucionar su problema. Cuando se enamora, no es correspondida y viceversa. Quizás es sólo mala suerte.

Caren es maestra. Parece la chica ideal, es buena, linda, divertida, inteligente, pero siempre elige mal a sus candidatos. Hace unos años se cansó de tantos fracasos y optó por poner las energías en el trabajo y dejar de insistir con esa parte de su vida.

Federico se enamoró perdidamente a la edad de 13 años. La chica en cuestión se burló de él enfrente de toda la clase. Aunque muchas no le creen, así explica por qué las parejas no le duran más que pocos meses, perdió temprano la confianza en las mujeres

Desde la pubertad, Gisela se siente atraída por hombres casados, y últimamente también por gays, desde que trabaja en la sección para hombres del spa. Entre el limado de las uñas y el arreglo de las cutículas, se emociona con el contacto físico y se hace una película mental que no suele terminar como se imagina al principio.

Marina es muy muy fea. O por lo menos eso le hizo sentir desde chiquita su mamá. Nunca le dieron un beso y le parece que nadie en su sano juicio se fijaría alguna vez en ella. Lo acepta pero a los 37 años, esta certeza la sigue poniendo triste.

Una vez al año, Celestina organiza una reunión a la que le da más importancia que a las otras. Ella fue uno de ellos, formó también parte de ese mundo de soledad eterna antes de convertirse en mujer y conocer a su media banana, como le divierte llamar a su novio.
Durante meses hace un trabajo de investigación exhaustivo entre conocidos y amigos de sus amigos y conocidos. Pasa todo el día sonriendo cuando encuentra uno de estos casos perdidos y logra convencerlo de que participe.
Ya es la hora. Se acomoda el pelo que antes fue acomodado en la peluquería y pispea desde la puerta. Perfecto, ya llegaron todos. Le enternece verlos tan nerviosos en sus asientos. Espera unos minutos para que su entrada sea más dramática (le gustan las acciones elocuentes) camina hacia el centro y emocionada explica el paso a paso de lo que va a suceder. Con un gesto majestuoso da comienzo al evento y se sienta en un rincón para no perderse nada de lo que pase. Lo disimula porque nunca pierde la compostura, pero ahora tiene miedo. Generalmente en este punto la sobreviene esa clase inconfundible de miedo que sentía antes, en su época difícil. Es que los recuerdos a veces están todavía frescos. Para tranquilizarse, mentalmente hace combinaciones posibles con los presentes y juega apuestas consigo misma. Ante las primeras risas y toqueteos de brazos sus músculos se relajan y concluye que no va a haber mejor año que éste.

9 comentarios:

caca dijo...

Muy lindo otro cuento, excelente anécdota de la voz gemela. Tengo 2 postales de la mina que hizo el video, o el tipo, Gaby Messina. La de los que están en el barco, y otra que no sé si está acá. Las morochitas son bien lindas.

Firulo dijo...

All the lonely people, ¿where do they all come from?..

Che, me pasás el teléfono de Caren? La estoy buscando hace rato, pero no sabía que se llamaba Caren.

Libreta de flores dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Libreta de flores dijo...

nati, el otro día le fuimos a hacer una nota a Gaby Messina, por eso vi el video. Es mujer y mamá de dos gemelos. Las morochas son lindas, sí.

firu, te doy el teléfono si prometés ser un buen candidato!

caca dijo...

ajá, mirá, es una doña.

Hay dos de los gemelos que estaban en un programa de humor de los ochenta, o No toca botón o Calabromas, no sé, dudo, ah!

Diego dijo...

Creo que probar un poco de soledad hace apreciar más el después encontrar a alguien, enamorarse y estar en una relación. Igual hay gente a la que le cuesta menos, y hay a quienes les cuesta más... lo terrible es cuando se pierden las esperanzas. Quizás por eso me gustan tanto las películas del tipo desencantado que de repente se enamora locamente y termina todo bien, como en "Mejor Imposible".

Libreta de flores dijo...

nati, ese dato no te lo puedo corroborar, yo era muy jovenzuela.

diego, a mi también me gustan los libros, películas, etc donde al personaje le cuesta enamorarse y de repente lo logra porque me siento identificada.

Anónimo dijo...

estas enamorada librette?

Libreta de flores dijo...

no! me siento identificada con la primera parte y me da esperanzas.