miércoles, 15 de octubre de 2008

Chirolas

Muchas noches en la esquina de mi casa se sienta un chico con su hermanito en brazos a pedir plata. El más grande tendrá 10, el pequeñín, 3. Siempre los miro de reojo para que no se den cuenta de mi cara de ganas de llorar.
Hoy, al regreso de la vuelta a mi perro algo me llamó la atención (me acordé de algo cuando pensé en mi cánido, ¿alguien vio un documental con un científico jipón de pelos largos que vivió con 3 lobos y les daba carne semi cruda en la boca, con su boca? Yo que me sentía una ridícula porque a veces le juego a vigo en 4 patas para mimetizarme con él, este hombre me entendería, pero creo que murió, o era el otro científico loco, ese que era amigo de un osito polar?).
Siempre de costado ví que al lado de los hermanitos había un joven parado, de 30 le calculo, esperando mientras el hermano mayor contaba monedas para darle un vuelto. Nunca había visto que alguien pidiera vuelto por una limosna.
Y me di cuenta.
La gente ahora hasta hace caridad por monedas.

5 comentarios:

caca dijo...

Es que hay una escasez terrible, mi amor.

Libreta de flores dijo...

si lo sabré yo, es realmente te-rrible.

Reynaldo Girotti dijo...

eso no lo vi y espero no verlo.. lo que si es que en los negocios te cobran menos para no darte vuelto en monedas..

Diego dijo...

Yo tengo una colección de caramelos de menta que me devuelven en la cafetería de la facu.

Ver gente en la calle, y sobre todo niños, me parte el alma, nunca me acostumbré a eso desde que llegué a Baires. (Por eso hago un voluntariado con Médicos del Mundo para atención a personas en situación de calle; claro que no soluciona nada pero algo es algo.)

Libreta de flores dijo...

a mi en los negocios no me quieren vender para no darme vuelto. y en el subte como no hay monedas últimamente me dejan pasar sin pagar. el mundo está patas para arriba sin monedas.

diego, es de las cosas a las que uno nunca se acostumbra.
muy bien por vos que hacés algo al respecto.