lunes, 7 de julio de 2008

Maldita orientación vocacional

En el colegio hice un poco de orientación vocacional. Y en esas situaciones siempre te preguntan, de manera más o menos sutil, quien sos. En ese momento no profundicé tanto en mi propia definición.
Durante mucho tiempo me vi a mí misma de una manera. Me puse sin darme cuenta algunos rótulos que me daban de alguna forma estabilidad. Inteligente, antisocial, crítica, irónica, pesimista, contestaba si me preguntaran a modo examen sorpresa como era yo.
Hace un tiempo que ya esas palabras no me definen tanto, quedan resabios dando vueltas pero hay mucho que cambió. Todo esto es parte de un proceso que estoy haciendo, esperemos, para mi crecimiento personal. Y en muchos aspectos me siento mejor conmigo misma, siento que estoy encaminada a algo que me va a hacer bien.
Pero también me siento más perdida. Es mucho mas cómodo saber donde estás parada. Es como cuando en cuestión de peso algunos dicen que ser gordo sirve como escudo, te define, sabes que sos así, que esa es la causa de muchas cosas negativas, pero por lo menos lo entendés. Aclaro que cuando era chica era gorda, por eso me identifico con la causa.
A raíz de esta transformación me empecé a cuestionar muchas cosas. Volví a pensar en qué cosas me gustaban (cuáles no me gustan siempre lo tuve mas claro, para lo negativo siempre fui mandada a hacer- ahí hay algo chiquito que me gusta, las frases hechas, me dan risa).
Siempre dije que me gustaban los viajes, leer, la televisión, escribir, la fotografía, el cine. Pero a la mayoría de esas cosas no las practico nunca, salvo ver televisión. Cualquiera que me conozca sabe que eso es innegable, ¿pero el resto? No leo nunca, me cuesta mucho ponerme a escribir, porque no se qué escribir, no voy al cine ni a museos aunque siempre digo que tengo ganas…
Entonces, ¿qué me define? ¿Es que en realidad no me gustan estas cosas? Yo creo que si, pero a veces me da pereza llevarlas a cabo, pero si me da pereza, ¿no será que no me gustan tanto? A ver, quiero revisar.

-el cine: me encanta ver películas, la mayoría me entretienen y algunas hasta me conmueven. Pero ir al cine implica una movida, sale caro y siempre que digo que voy a ir a ver algo termino no yendo. Me da una especie de vergüenza este ítem dada mi elección de carrera (producción) y mi supuesto gusto (ya pongo todo en duda) por lo audiovisual.
-viajar: no leo crónicas de viaje en Internet, ni la sección de turismo en el diario, soy fan solo de un programa del rubro en la tele pero al resto no les doy mucha bola. Para mi psicóloga Liliana eso quiere decir que en realidad no me gustan los viajes, pero no se si te banco en esta Liliana. Lo que sí, a la hora del viaje real doy muchas vueltas, estoy supeditada a lo que otras personas quieran hacer porque no me animo a viajar sola y siempre hay un porcentaje de miedo de que me agarre un ataque de pánico en tierras desconocidas.
Realmente me encantaría ser un espíritu libre, como esa gente que viaja y no piensa en el día siguiente pero después de tantos años conmigo misma tengo que aceptar que no soy así.
Eso me lleva a otra cosa, a una dicotomía que siempre pensé que encierro adentro mío y que es la raíz de esas contradicciones creo, así que dejo la lista de lado para seguir con esto. Siempre me consideré mas del lado de lo hippie (por ponerle un nombre que se entienda), en mi manera de concebir el mundo. Ahora que lo escribo me parece una obviedad, no hay muchos jóvenes que se piensen conservadores. Lo que digo es que me gustaría ser relajada, no pensar tanto en lo que hago, poder conectar con alguien de la forma que sea sin hacerme problemas, que me propongan algo, prenderme y disfrutarlo.
Pero no, soy más estructurada…aunque eso no quiere decir que sea organizada, todo lo contrario, soy muy despistada. A veces siento que tengo lo peor de los dos mundos.
Entonces ¿qué pasa, quiero ser una persona que no soy? ¿Debería aceptar lo que soy y amigarme con eso? ¿O es, como alguna vez escuché, que uno es lo que quiere ser, pero en mi caso no le estoy poniendo empeño a lo que me gusta? No lo sé.
Voy a decir rápido algunas cosas que me gustan y ciertos rasgos que creo que tengo hoy. No lo voy a pensar mucho, que salga lo que salga.
Me gustan muchos programas de televisión, eso seguro. Me gusta mucho pero mucho comer, me divierte cocinar, escuchar música por la calle, cantar el 70% del día (o más), corregir cosas que están escritas, escribir cuando lo estoy haciendo, leer cuando me engancho, escuchar canciones que no conozco y que me parecen lindas, enterarme sobre las vidas ajenas en fotologs, blogs, etc (si, lo admito!!), charlar con gente (no con una sola persona, eso me incomoda la mayoría de las veces), autoanalizarme y analizar a los demás, y ahí ya paso a lo de los rasgos.
Me analizo mucho, por demás creo, y mezclado con que soy un poco hipocondríaca me estampo términos psicológicos, me encasillo en algunas cosas y soy un poco rígida conmigo misma. Siento que tiendo mas a estar triste que contenta, pero no sé en realidad, quizás es que estoy aburrida. Me gusta estar con gente, pero sólo cuando estoy sola me siento totalmente protegida. También siento (perdón que ponga tanto siento, pero no puedo pensar en sinónimos porque tengo que escribir rápido, era la consigna) que soy rara y cuando lo pienso me despersonalizo (ahí va un termino psicológico que uso para con mi persona).
Sigo siendo irónica y critica, pero trato de hacerlo menos porque no es lo que quiero para mi, no quiero burlarme de la gente que hace cosas y le salen mal, quiero hacer yo las cosas y correr el riesgo de que me salgan mal. Quiero vivir las cosas aunque me den miedo.
No se, me mezcle con todo esto. Mi hipótesis del principio se mantiene, hoy en día me parece muy difícil definirme. No es un buen momento para empezar un curso de orientación vocacional.

1 comentario:

Anónimo dijo...

por ahora este es el post que más me gusta. y no creo que estés tan perdida, te gusta escribir y lo estás haciendo.