domingo, 17 de agosto de 2008

Namaste

No, no voy a hablar de Lost.
Quiero hablar de que ayer fui a una clase de yoga.
Sigo en este punto extraño y difícil en mi vida. Hay momentos peores y otros no tan malos que me engañan y me hacen pensar que está superado, pero no, se ve que esto va a llevar su tiempo y no puedo hacer otra cosa que aceptarlo y aprovecharlo todo lo que pueda.
Empecé a leer por azar un libro bastante malo de Isabel Allende que se llama el dragón de oro. Pero lo sigo leyendo porque está situado en un lugar ficticio de India, y hay monjes y se habla por encima de temáticas budistas que en este momento me reconfortan (también me simpatiza porque por su estructura y por la edad de los personajes me hace acordar a los libros de aventuras que leía cuando era chica).
Estuve coqueteando con la idea de hacer alguna actividad de origen oriental para que me devuelva un poco de tranquildad y me aporte esa sensación balsámica.
Así que ayer, después de algunas averiguaciones, volví a yoga después de casi 10 años (cómo pasa el tiempo!).
La profesora no entraba en los parámetros convencionales, estaba un poco maquillada de más y quizás tenía algun retoque quirúrgico a nivel facial. Pero tenía una voz calma y me cayo bien. Aparte tuvo el buen tino de regalarnos bon o bones porque era su cumpleaños, y a mí las cortesías me compran.
Salí de ahi con un poco de nudo en garganta todavía (porque ese es dificil de sacar), pero con el cuerpo totalmente relajado.
Hoy con mi amiga la regalada queríamos ir a una clase de tai chi, pero en el templo chino no me atendieron el teléfono, se ve que estaban enganchados con las olimpiadas, así que lo intentaré la semana que viene. Nos quedamos muy entristecidas.
No se, voy a empezar a hacer cosas que me hagan bien, volver a las clases de baile, cuando me anime anotarme a un taller de escritura, cosas con las que en otro momento me hubiera colgado.

1 comentario:

Ajuancho dijo...

Noté que este post no tenía comentarios y yo tengo que hacer tiempo hasta irme de la oficina así que creo que somos compatibles.
Hice yoga durante un año muy intensamente, 6 meses hice todos los días, me levantaba 45 minutos antes para tener tiempo y trataba de no comer carne. Cada vez me sentía mejor, pero tambien me volví mucho mas sensible a todo lo que pasaba por mi cuerpo. Cuando iba a la cancha no me podía clavar un paty porque me iba a caer mal, si salia y tomaba mucho me mareaba y ni hablar cuando me queria clavar una pepa o algun otro alucinogeno... así que lo dejé porque no era compatible con mi vida. Ahora solo hago una vez por semana con suerte.