domingo, 17 de agosto de 2008

Tristeza

No sé si es que yo estoy prestando más atención pero últimamente la televisión está plagada de publicidades que se graban en un país y luego se le va cambiando la locución al actor con los diferentes acentos locales latinoamericanos para abaratar costos.
No olvidemos el caso de Amerilab silouette efervecente, protagonizado por actores más argentinos que Emilio Disi y chicas vestidas con bikinis de la ave Santa Fé, pero con tonada de la tierra de Catherine Fulop.
A mi esto me causa escozor, el lip sync no suele salir bien y termina estando todo mal logrado (claro que en Amerilab estaba todo mal desde el vamos).
Distintos son casos como el de una campaña de axe muy buena que se grabó acá y va a salir en Estados Unidos (que creativó el novio de una compañera de trabajo) donde nadie habla y se logra un clima neutro y universal. No puedo dejar el link porque no lo encuentro en you tube.
Pues bien, esa fue tan solo una introducción para dirigirme al tema que realmente me compete hoy.
Acabo de ver con horror que le pusieron una voz argentina al cepillo niño de la publicidad de Colgate 360. Ya no me produjo ternura la parte que dice "cuando sea grande quiero tener un limpiador de lengua y mejillas como tú". No. Este locutor argentino trucho la cagó.
Sentí lo mismo que con los Simpsons todas las veces que cambiaron de voz, no pueden jugar con nuestros sentimientos, uno se encariña, mierda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En los ochentas para mi que habian solo 5 locutores/traductores porque los dibujitos tenian siempre las mismas voces.
Y el caballo de Rainbowbrite (starlight) tenia la misma voz que muchos personajes de peliculas!!!Tambien era medio parecida a la de Falcor!